Queridos lectores, hoy también os voy a pedir un pequeño esfuerzo mental, si en el anterior post estábamos en París, esta vez nos transladamos a Marruecos, al desierto del Sahara... Quiero que os imaginéis entrando en vuestra habitación del hotel, esta anocheciendo y estas cansado/a después de un dia agotador de visitas turísticas , abres la ventana, necesitas aire fresco, te acuestas en la cama para relajarte, por fin paz, tranquilidad y relajación . El aire frío y seco del desierto penetra en la habitación , transportando con el un fantástico aroma a especias del zoco que hay cerca, que se va mezclando con el típico olor al jazmín que venden los niños por la calle, y un aroma dulce que sube de la pastelería que hay bajo nuestro hotel. Estamos extasiados ante esta amalgama de olores que percibimos, y que mezclados entre si nos parece el mejor aroma del mundo... Es imposible levantarse de la cama, queréis seguir disfrutando de este
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