El uso del incienso se acredita alrededor del 2000 a.C., en China, y se utilizaba para cultos ceremoniales, aunque existen evidencias que en el antiguo Egipto ya se usaba para satisfacer a sus dioses, mil años antes. El incienso es usado en todas las ceremonias religiosas del mundo, su aroma calmante y misterioso, crea una atmósfera perfecta para poder conectar el mundo terrenal con el espiritual. En la iglesia católica siempre está presente en la Santa Misa, y en Asia se usa también como ofrenda a sus deidades, su olor dulce y su humo ascendente, aromatiza y purifica el ambiente de iglesias y templos. Es muy conocido el enorme incensario bañado en plata de la Catedral De Santiago de Compostela, en La Coruña ( España ), conocido popularmente como Botafumeiro, de 62 kg. Y 1´50 mts. De alto. En el catolicismo incensar, contribuye a entrar en el Ministerio Eucarístico, a disponer el corazón a lo que se desea vivir, con un olor que evoque la vida del Cielo. ( Entrar en Cristo para salir
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