Leonarda Cianciulli, conocida como la "Saponificadora de Correggio", es uno de los personajes más perturbadores y complejos de la crónica criminal europea del siglo XX. Nacida en Italia en un contexto de violencia y rechazo ( fruto de una violación y criada por una madre que nunca la quiso ), su infancia estuvo marcada por el maltrato, la enfermedad y una profunda sensación de abandono.
Obsesionada con la maternidad y dominada por una visión supersticiosa del mundo, Leonarda quedó embarazada 17 veces. Trece de sus hijos murieron de forma prematura. Los cuatro que sobrevivieron se convirtieron en el centro absoluto de su vida. Cuando uno de ellos fue enviado al frente durante la Segunda Guerra Mundial, su miedo se transformó en delirio ritual.
Convencida de que debía ofrecer sacrificios humanos para salvar a su hijo, LEONARDA asesinó a tres mujeres entre 1939 y 1940, todas clientas de su consulta de tarot. Tras drogarlas, las mató y utilizó sus cuerpos para fabricar jabones y galletas de té, en un acto que mezclaba superstición, alquimia domestica y una lógica interna profundamente distorsionada. Fue detenida, juzgada y condenada y pasó el resto de su vida entre prisión y un hospital psiquiátrico.
Su historia no es solo la de un crimen, sino la de una mente fracturada por el miedo, la culpa, la superstición y un amor maternal llevado hasta el extremo más oscuro.
A veces los perfumes no son solo una suma de notas, sino una experiencia emocional, un relato silencioso que se posa sobre la piel y dialoga con quien lo lleva. Leonarda encarna esta visión con una claridad poco común.
Desde el primer contacto visual, el frasco ya sugiere que estamos ante algo más que un objeto funcional. Sus líneas suaves, el tono empolvado del vidrio y la serenidad que transmite hablan de intimidad, de recogimiento, de una belleza que no necesita alzar la voz para ser escuchada. Hay perfumes que buscan deslumbrar; LEONARDA prefiere susurrar.
LEONARDA se construye como un equilibrio delicado entre lo cotidiano y lo inesperado. En su arquitectura olfativa conviven elementos que nos resultan cercanos, con otros que introducen tensión, profundidad y carácter. Esa dualidad es, precisamente, una de sus mayores virtudes.
Leonarda forma parte de la "Colección Crimen" de la casa de perfumes SPIRITICA, fundada por Daniele Muratori Caputo. Una casa de perfumería artística y conceptual, que explora territorios donde el perfume se convierte en relato y experiencia sensorial profunda. Es un extracto de perfume Gourmand, afrutado, amaderado y oscuro. Es un perfume unisex.
La naranja sanguina aporta una apertura luminosa, ligeramente amarga, que despierta los sentidos sin estridencias. No es un cítrico complaciente, tiene nervio, pulso, vida. A su lado, el jabón de Marsella introduce una sensación de limpieza emocional, casi táctil, que remite a rituales antiguos, a gestos repetidos con cariño y paciencia. El acorde se sosa caustica introduce un aroma mineral, áspero e inquietante, mientras que el acorde de sangre, añade un matiz metálico y ferroso que perturba y fascina al mismo tiempo.
La pimienta negra aparece como un trazo fino pero decidido, marcando contraste y evitando que la composición caiga en la complacencia. Es un guiño especiado que añade textura y profundidad, como una sombra bien colocada en una fotografía.
El corazón de Leonarda se vuelve más intimo, más evocador. La crema chantilly, las galletas caseras y el jarabe de frambuesa construyen un acorde gourmand que no resulta infantil ni obvio. Aquí la dulzura está trabajada con contención, casi con pudor, como un recuerdo que se manifiesta sin imponerse.
El chocolate negro añade una nota amarga y envolvente, aportando madurez y sofisticación al conjunto. No endulza, equilibra. Y es en ese punto donde el perfume empieza a revelar su verdadera personalidad, alejándose de cualquier lectura superficial.
La base se apoya en la madera de oud, profunda, seca, ligeramente animal, que actúa como columna vertebral de la fragancia. El azufre, utilizado con extrema sutileza, introduce una tensión mineral, casi conceptual, que rompe expectativas y aporta una firma olfativa singular.
Este no es un perfume para todos, y eso es una virtud. Leonarda está pensado para quienes valoran el detalle, la narrativa, el perfume como una extensión de la personalidad y no como simple accesorio. Para quienes entienden una estela íntima a un impacto inmediato.
No busca definir género ni encajar en tendencias. Se adapta a la piel y al carácter, evolucionando con el paso de las horas y revelando distintos matices según el momento y el contexto.
Cuando la historia se vuelve insoportable de narrar con palabras, el perfume aparece como otro lenguaje posible, no para justificar, sino para comprender desde la piel aquello que la razón rechaza.
Con este trasfondo histórico, SPIRITICA no busca provocar, sino transformar un relato real en una experiencia olfativa consciente y compleja.
Perfumistas; Daniele Muratori Caputo y Paolo Cerizza.
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