Todas las grandes marcas de lujo que hoy día conocemos han tenido unos inicios humildes. Muchas iniciaron su andadura hace mas de 100 años, hasta evolucionar a lo que actualmente representan dentro del mundo de los artículos de lujo.
Hermès es una de estas casas que con el paso del tiempo ha sabido transformarse. De echo, Thierry Hermès abrió su primera tienda de guarnicionería ( diseño y creación de arneses para caballos ) en 1837.
La calidad de sus productos llamó la atención de todo el mundo, por lo empezó a recibir encargos de miembros de la realeza, e incluso de Napoleón III y su esposa la Emperatriz Eugenia. Mas adelante en el tiempo incluso el Zar Nicolás II de Rusia adquirió sus famosas sillas de montar a caballo.
La empresa fue pasando de padres a hijos con éxito y siempre expandiendo el negocio, hasta llegar al mundo de la moda, con la primera cazadora de cuero y cremallera fabricada especialmente para el Príncipe de Gales en 1918.
El uso de la cremallera en bolsos, monederos y ropa, se lo debemos a la casa Hermès, que se hizo con la patente y cedió este invento a otras marcas.
Jacqueline Kennedy popularizó las famosas bufandas de seda, y Jane Birkin y Grace Kelly sus bonitos y funcionales bolsos, a partir de aquí la marca se convirtió en objeto de deseo para todo el mundo.
Actualmente la marca sigue al 80 % en manos de la familia Hermès, y un 20% pertenece al conglomerado LVMH ( Louis Vuiton ). Según Forbes la marca está valorada en 76 billones de dólares.
Por supuesto, como toda marca que se precie, Hermès también fabrica sus perfumes, y muchos de ellos han llegado a ser autenticas obras maestras dentro del mundo de la perfumería, como Caleche (mujer ) 24 Faubourg (mujer ) Equipage (hombre) Bel Ami (hombre) Eau des Merveilles (mujer) Terre d´Hermès (hombre) y su famosa colección Jardines, donde todos los perfumes son autenticas joyas.
Dentro de la colección Jardines, ya escribí un post sobre uno de ellos, Un Jardin Aprés La Mousson, ( aquí ) , que para mi es espectacular, y evoca los maravillosos paisajes tropicales de Kerala ( India ) después de la lluvia.
Un Jardín Sur La Lagune está inspirado en el jardín Corner del Convento de la Cruz, en la isla de Giudecca ( Venecia ), que el caballero inglés Fredric Eden compró en 1880, para convertirlo en su propio paraíso personal, y al que llamó El jardín del Edén.
En el plantó pinos, cipreses, adelfas, limoneros, magnolias, granadas, bergamotas, violetas, verbenas, rosas, enredaderas y plantas tropicales. En ese momento el jardín era frecuentado por artistas, escritores y la aristocracia local.
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| La perfumista Christine Nagel en el Jardín del Edén de Giudecca (Venecia ) |
A la muerte del Sr. Edén, el jardín fue adquirido por la Princesa Aspasia de Grecia, quien lo enriqueció aún mas con especies botánicas mediterráneas. Cuando falleció Aspasia, la propiedad la compró el arquitecto austriaco Frederick Hunderwasser, quien cuidó el jardín dejando que la naturaleza siguiera su curso. Tras el fallecimiento del Sr, Hunderwasser, fue su fundación quien se hizo cargo del jardín, y desafortunadamente no permiten que nadie entre a este lugar encantado.
Este es un perfume donde unas sutiles notas marinas, sirven para resaltar las delicadas notas florales y amaderadas que componen esta maravillosa, sencilla y elegante fragancia unisex.
Posee una buena duración de 6 horas y una proyección excelente, lo encuentro muy versátil a la hora de usarlo, queda perfecto para uso casual o de oficina, y sobre todo para los días soleados de primavera y verano ya que su presencia no molestará. Es una fragancia de mucha calidad, y se nota. Tiene mucha atracción, su aroma trasmite paz, y seguro lo notaran las personas que la usen y las que estén a su alrededor.
El perfume es como una brisa que transporta el aroma de las flores entre gotas de agua de mar.
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Un Jardín Sur la Lagune abre con unos matices cítricos, verdes y salados, gracias a las magnolias y las notas marinas que evocan la laguna salada de Venecia, que se funden en un corazón de sedosas y empolvadas flores blancas, el pitosporum muy perfumado que recuerda el aroma del azahar y el lily que proporciona una maravillosa sensación de tranquilidad y bienestar.
La fragancia finaliza con una base limpia, cremosa y amaderada, gracias a la combinación de las flores con notas de maderas, y los matices marinos que permanecen hasta el final.
Un Jardin Sur La Lagune es para mi un perfume elegante, refinado, intrigante, equilibrado, diferente, tranquilo y adictivo. Creado por la perfumista Christine Nagel.
Notas;
Magnolia, Notas Marinas, Notas Amaderadas, Lily y Pitosporum.
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